LA FILOSOFÍA
MEDIEVAL
LA ESCOLÁSTICA:
Muchos autores la consideran como un desarrollo después de la filosofía
patrística. El cristianismo desde sus inicios tuvo la preocupación de
compaginar sus enseñanzas con la filosofía griega.
La penetración del cristianismo fue cada vez mayor y más fuerte y muchas
formulaciones de la filosofía griega sirvieron como base racional explicativas
a las ideas cristianas. Esto produjo una reformulación de estas por parte de
los autores cristianos a la luz de los datos que aportaba la revelación, al
mismo tiempo que una nueva visión del papel de la filosofía.
La revelación ponía al alcance del hombre la verdad. No se trataba ya de
buscar la verdad, sino de hacer razonable la fe. Pero el problema era como
entender el servicio de la fe que podía hacer la filosofía. Por eso las
relaciones fe-razón es uno de los problemas más característicos y conflictivos
de esta época, en las que se adoptan las más variadas ideas.
En general todo tienden a reconocer la autoridad de los filósofos
griegos y por esto predomina el deseo y el esfuerzo de compaginar la verdad
filosófica de Aristóteles y la verdad de la Revelación.
CRISIS DE LA ESCOLÁSTICA
Sin embargo, los autores cristianos del siglo XV son menos optimistas
respecto a las buenas relaciones y posibilidades fe-razón y consideran como
injerencias mutuas los apoyos que decían prestarse.
Como consecuencia de esto, contribuyen a una visión más autónoma del
mundo y a la consideración de este como un campo propio de la investigación
racional. La filosofía comienza a ser orientada a problemas más al alcance de la
mano que a lo religioso. Así ponen las bases y se apuntan los caminos que
seguirá la Edad Moderna.
Guillermo de Ockham pone las bases de una filosofía más empírica que
contribuye de manera muy importante al nacimiento de la ciencia moderna.
La escolástica y el tomismo, amparadas en la autoridad universal de la
Iglesia Católica, han ejercido una gran influencia en la cultura. Como
corriente de pensamiento actualizada llega a nuestros días con la
neo escolástica
.
FILOSOFÍA ESCOLÁSTICA
Después de analizar el contexto histórico de la escolástica vamos a
entrar en lleno a lo que se conoce como filosofía escolástica.
La palabra escolástica proviene del latín “schola” que significa
escuela. En sus inicios se usaba para designar el saber cultivado en la escuela
medieval y enseñada bajo la dirección de un maestro. Más tarde era usado para
designar la materia enseñada y el método empleado en la enseñanza de esa materia
en las escuelas.
Está en su significado etimológico no expresa ninguna corriente de
pensamiento específico, sino a la enseñanza que en la Edad Medía se practicaba
en las escuelas monacales, episcopales o palatinas. Por esta razón a dicho
término hay que añadirle otros calificativos que le den el sentido genérico.
APORTES FIOSÓFICOS DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL
3.1.
APORTES DEL CRISTIANISMO
Las escuelas
helenísticas, como ya vimos, se ubican en el tercer periodo de la filosofía
griega (siglo III a. C. a siglo III d. C). A la mitad de este periodo aparece
el cristianismo. No podemos decir que éste haya tenido una preocupación
filosófica central, porque nunca se presentó como un movimiento filosófico que
pretendiera investigar y demostrar afirmaciones con bases científicas y
razonadas. Es una religión y un sistema de vida que propone Cristo como modelo
a seguir.
Los
contenidos doctrinal es del cristianismo influyeron fuertemente en todos los
filósofos occidentales, quienes, a partir del nacimiento de la nueva religión,
han tratado de dar forma a un sistema filosófico. Los conceptos más
revolucionarios que el cristianismo aporta son el de la creación y la moral
del amor.
De acuerdo
con el primero, el mundo material es el efecto de un acto creador de Dios, quien
lo puso en la existencia sacándolo de la nada. Antes de la creación lo único
que existía era Dios. Todos los seres del mundo son contingentes y temporales;
Dios, en cambio, es un ser necesario y eterno.
En el campo
de la moral los imperativos fundamentales son el amor a Dios y el amor al
prójimo. La conducta humana es buena cuando, en su relación con Dios o con el
hombre, el móvil es el amor. Si una persona hace el bien a otra porque,
actuando así, obtendrá cierto beneficio, entonces esa conducta no es valiosa
moralmente.
En los seis
primeros siglos de nuestra era hubo un grupo de pensadores que se dedicaron a
la defensa racional de las enseñanzas del cristianismo. A este grupo se le
conoce como La Patrística y a sus miembros se les llama los padres de la
Iglesia. Se les dio este nombre porque con su exposición y defensa de la fe se
convirtieron en padres espirituales de todos los afiliados a la religión
cristiana.
3.2.
APORTES FILOSÓFICOS MÁS
RESALTANTES DE LA PATRÍSTICA Y LA ESCOLÁSTICA
3.2.1.
AGUSTÍN DE HIPONA (354 – 430).
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una
extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un
gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran olocuencia, . Durante sus años de estudiante en Cartago desarrolló una irresistible
atracción hacia el teatro Al mismo tiempo,
gustaba en gran medida de recibir halagos y la fama, que encontró fácilmente en
aquellos primeros años de su juventud. Allí mismo en Cartago se destacó por su
genio retorico y sobresalió en concursos poéticos y certámenes públicos.
Ø
RAZÓN Y FE
San Agustín comienza la búsqueda de la verdad de
una manera casi desesperada. Ya a los diecinueve años se pasó al racionalismo y rechazó la fe en nombre de la razón. Sin
embargo, poco a poco va descubriendo que la razón y la fe no se oponen, sino
que su relación es de colaboración. La fe es un modo de pensar asintiendo, si
no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Por eso la inteligencia es la
recompensa de la fe. La fe y la razón son dos campos que necesitan ser
equilibrados y complementados.
Ø FILOSOFÍA
La mente humana está en
relación con las realidades inteligibles e inmutables. Con este principio
demuestra la existencia de Dios, prueba la espiritualidad del alma y su
inmortalidad y además da una explicación psicológica de la Trinidad.
El segundo principio podemos enunciarlo así: todo
bien o es bien por su misma naturaleza y esencia, o es bien por participación;
en el primer caso es el Bien sumo, en el segundo caso es un bien limitado. Esta
participación puede ser: la participación del ser, de la verdad y del amor.
En cuanto a la inmutabilidad, el ser verdadero,
genuino y auténtico es sólo el ser inmutable. No existe de alguna forma o en
cierta medida, sino que es el Ser. Este principio vale para distinguir al ser
por esencia del ser por participación.
Ø DIOS Y EL HOMBRE
La filosofía agustiniana se centra en dos temas
esenciales: Dios y el hombre.
Dios. Para llegar de la mente a Dios primero tenemos
que preguntar al mundo, después volverse hacia uno mismo y por último
trascenderse. El mundo responde que él ha sido creado y el itinerario continua;
se procede a la ascensión interior, y el hombre se reconoce a sí mismo
intuyéndose como ser existente, pensante y amante. Puede por ello ascender a
Dios por tres vías: la vía del ser, de la verdad y del amor. Se trata de
trascenderse a uno mismo, de poner nuestros pasos "allí donde la luz de la
razón se enciende". Ahora bien, llegaremos a un Dios incomprensible,
inefable. Este Dios es el ser sumo, la primera verdad y el eterno amor.
El hombre. Agustín explora su misterio, su
naturaleza, su espiritualidad y su libertad. Es un grande profundum y una magna
quaestio.
El compuesto humano está formado por el cuerpo y el
espíritu. A pesar de lo que se dice de él, superó el espiritualismo helénico.
La cárcel del alma no es el cuerpo humano, sino el cuerpo corruptible; el alma
no puede ser sin él dichosa. Ésta fue creada de la nada.
3.2.2. ESCOTO
ERIÚGENA, JUAN (C. 815-C. 877).
Es el creador del primer gran sistema filosófico de
la edad media. Al parecer era descendiente de escoceses pero, como ya se ha
dicho, debió nacer en Irlanda como así lo indica el uso del seudónimo Johannes
Ierugena o Eriúgena (que quiere decir "nacido en Irlanda"). En torno al 847 Carlos I, rey de Francia, le nombra supervisor de la escuela de la corte y
le encarga que traduzca al latín las obras del neoplatónico Dionisio el
Areopagita. Eriúgena, que no quiso someter sus obras al control de la censura, entró en conflicto con el papa Nicolás I. El rey Carlos le prestó su
apoyo, aunque tuvo que vivir recluido en la corte hasta la muerte del monarca en 877. Los concilios de Valence
(855), Langres (859) y Vercelli (1050) condenaron el tratado De Divina
Praedestinatione (Sobre la predestinación divina, 851), que defiende la
creencia de Hincmar, arzobispo de Reims, sobre el destino final de los
individuos en el sentido de que éste no depende de Dios de una forma absoluta,
ya que la voluntad también tiene algo que decir sobre la salvación o la
condenación. Por otra parte, Eriúgena afirma también en sus escritos que no
existe nada semejante a la condenación como se cree conforme a la tradición.
Todos los seres humanos, afirma, se transformarán por igual en espíritus puros.
En su panteística obra De Divisione Naturae (Sobre
la división de la Naturaleza, 865-870), rechaza la creencia cristiana de que el
universo fuera creado de
la nada. Sostiene más bien que el mundo del espacio y del tiempo es una
manifestación de las ideas presentes en el pensamiento de Dios y describe a
este dios como el punto más alto de toda la evolución. Eriúgena afirma también que la razón no necesita
ser sancionada por la autoridad; más bien al contrario, la razón es en sí misma
la base de la autoridad. La obra De Divisione Naturae fue condenada en 1225, en
el concilio de Sens, y el papa Honorio III ordenó que se quemara.
Suele creerse que Eriúgena escribió también una
obra en la que negaba la presencia de Cristo en la Eucaristía. Aunque algunos
de los puntos de vista de Eriúgena pueden considerarse heréticos, es respetado
sin embargo por el alcance de su obra y lo más frecuente es que se le considere
como uno de los primeros representantes del escolasticismo.
3.2.3. SAN ANSELMO
DE CANTORBERY (C. 1033-1109).
Teólogo, filósofo y Doctor de la Iglesia, que
propuso una teoría sobre la existencia de Dios que todavía hoy se sigue
debatiendo.
Nació en Aosta (norte de Italia) en el seno de una ffamilia acomodada. En 1060 ingresó en el monasterio
benedictino de Bec (Normandía), donde era abad el religioso y erudito
Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo de Canterbury por el
rey de inglaterra Guillermo I el Conquistador, Anselmo le
sustituyó al frente del monasterio. Durante estos años alcanzó un gran
prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le animaron a que
pusiera por escrito las meditaciones en que basaba sus enseñanzas. De esta
manera redactó Monologium (1077), en el que, reflejando la influencia de san
Agustín de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo e investigaba
sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo su obra, continuó con su proyectode comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo
Proslogium (1078), donde presentaba lo que en el siglo XVIII llegó a
conocerse como el argumento ontológico de la existencia de Dios. Sostenía que
incluso quienes dudaban de la existencia de Dios habrían de observar cierta
comprensión sobre lo que dudaban: es decir, comprenderían a Dios como un ser
del que no se puede pensar algo más grande. Puesto que es más grande existir
fuera de la mente que sólo en la mente, un escéptico que negara la existencia
de Dios estaría incurriendo en una contradicción, ya que estaría afirmando que
es posible pensar en algo más grande que en un ser del que nada más grande se
puede pensar. De aquí que, por definición, Dios existe.
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