sábado, 18 de mayo de 2013

teoría del neoconductismo


                                                 NEOCONDUCTISMO



                               



A partir de los años treinta un grupo de psicólogos americanos, aceptando los principios básicos del conductismo (ambientalismo, mecanicismo, condicionamiento, enfoque no introspeccionista ni mentalista) utilizan variables intermedias como los propósitos, las cogniciones, los impulsos y los hábitos, para el análisis, la predicción y el control de la conducta. Este movimiento recibe el nombre de neoconductismo y destacan en él Edward Chace Tolman (1886-1959) con su obra La conducta propositiva en los animales y el hombre y Clark Leonard Hull (1884-1952) con Los principios de la conducta.
Ya en 1920 había psicólogos de inclinación conductista que no estaban de acuerdo con el radicalismo de la formulación de Watson. Muchos estaban dispuestos a aceptar completamente la metodología, pero no estaban de acuerdo en reducir la conducta a la fórmula estricta E-R. Les parecía demasiado restrictiva y demasiado mecanicista, al rechazar totalmente la prosecución de fines como rasgo de la conducta manifiesta.
Hacia 1930, ciertos psicólogos estadounidenses comenzaron a optar por una de las dos corrientes cuya identificación se ve mejor en sus teorías del aprendizaje. De una parte se encontraba la teoría cognoscitiva (derivada principalmente de los gestalistas); de la otra, la teoría conductual (derivada principalmente de Watson, pero fuertemente influida por la teorización anterior de Thorndike, especialmente por su Ley del Efecto). La decisión entre estas dos opciones teóricas no era completa, puesto que al menos uno de los nuevos conductistas, (Tolman), trataba de reconciliar las dos

C. REPRESENTANTES DEL NEOCONDUCTISMO


1. BURRHUS FREDRICK SKINNER (1904-1940)

El enfoque de este psicólogo, filósofo y novelista, conocido como conductismo radical, es semejante al punto de vista de Watson, según el cual la psicología debe ser el estudio del comportamiento observable de los individuos en interacción con el medio que les rodea. Skinner, sin embargo, difería de Watson en que los fenómenos internos, como los sentimientos, debían excluirse del estudio. Sostenía que estos procesos internos debían estudiarse por los métodos científicos habituales, haciendo hincapié en los experimentos controlados tanto con animales como con seres humanos. Sus investigaciones con animales, centradas en el tipo de aprendizaje conocido como condicionamiento operante o instrumental que ocurre como consecuencia de un estímulo provocado por la conducta del individuo, probaron que los comportamientos más complejos como el lenguaje o la resolución de problemas, podían estudiarse científicamente a partir de su relación con las consecuencias que tiene para el sujeto, ya sean positivas (refuerzo positivo) o negativas (refuerzo negativo).


 CONDICIONAMIENTO OPERANTE O INSTRUMENTAL

Ø  En él estamos aprendiendo a conectar dos acontecimientos, pero uno de ellos es nuestro comportamiento (“operamos en el entorno”); nuestras acciones son “instrumentales” para producir cualquier efecto placentero o doloroso. Este tipo de aprendizaje fue estudiado por Skinner (1938), cualquier acción que es seguida por un efecto placentero o que pone fin a una situación dolorosa es enfatizada o <reforzada>.
Ø  El refuerzo puede adoptar varias formas. El refuerzo positivo aporta un efecto placentero; incluye recompensas concretas y recompensas intangibles. El refuerzo negativo elimina algo desagradable de nuestra situación actual.
Ø  Las respuestas que no son reforzadas disminuirán en frecuencia o se eliminarán => PROCESO DE ELIMINACIÓN.
Ø  Cuando se castiga (CASTIGO) nuestras acciones, nuestra tendencia a repetirlas decrece. El castigo abarca cualquier situación desagradable.
1.2 REFORZAMIENTO O REFUERZO
Hace que aumente la probabilidad de emisión de la respuesta y tenemos los siguientes tipos:
Ø  Reforzamiento positivo: cuando la aparición contingente apetitivo de un evento o suceso aumenta la probabilidad de la respuesta; esto quiere decir: si la conducta A (por ejemplo, en una Caja de Skinner la rata le da a una palanca), viene seguida del estímulo B (recibe comida) y A queda fortalecida, decimos que se da un reforzamiento positivo; B será la estimulación o refuerzo positivo, la consecuencia apetitiva; la rata ha aprendido a darle a la palanca.
Ø  Reforzamiento negativo: cuando el organismo utiliza una conducta que evita o escapa de un evento; aquí tenemos que la ausencia de una estimulación negativa (aversiva) incrementa la probabilidad de que ocurra una respuesta; dicho estímulo es en este contexto un refuerzo negativo. A su vez este modelo puede dividirse en dos subtipos:
a) Evitación: cuando el sujeto emite una conducta que permite que no aparezca un estímulo aversivo (coger el paraguas y de ese modo evitar la lluvia).
b) Escape: cuando el sujeto da una respuesta que permite la desaparición de un estímulo aversivo ya presente (salir corriendo hacia un portal para protegerse de la lluvia).
1.3 CASTIGO:
Hace que disminuya la probabilidad de emisión de una conducta y tenemos los siguientes tipos:
Ø  Castigo positivo: si tras la presencia de un estímulo aversivo disminuye la probabilidad de una respuesta (la infame práctica del tortazo de los maestros al alumno díscolo y alborotador).
Ø  Castigo negativo u omisión: si la retirada de un estímulo positivo cuando aparece una conducta trae consigo la disminución de dicha conducta (los niños están viendo la televisión y empiezan a pelearse, se la apagamos y, es de esperar, tenderán a no pelearse cuando en el futuro vean la televisión).

1.4 APLICACIONES DE LA TEORÍA DE SKINNER EN EL CAMPO EDUCATIVO.






Se pone de manifiesto fundamentalmente en dos de sus aplicaciones: la instrucción programada y el de moldeamiento de la conducta.
Ø  La instrucción programada es un recurso metodológico por el que se controla el comportamiento de l alumno en el proceso de aprendizaje, según el esquema: estimulo-conducta-refuerzo.
Ø  El moldeamiento de la conducta, se efectúa el control de la conducta a través de aproximaciones sucesivas esto implica que la conducta que debe aprender el alumno sea dividida en pequeños pasos y así mismo la conducta sea deseada y la vez reforzada.


                                    

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